Hernias de disco
Casi todos lo adultos hemos sufrido en algún momento “dolor de cuello”. Casi siempre estos dolores se deben a causas tan corrientes como contracturas posturales, estrés, cargar demasiado peso de forma continuada, o mil motivos más ligados a nuestro ritmo de vida diario.
Sin embargo, cuando las “almohadillas” que tenemos entre las vértebras para que no choquen entre sí –discos intervertebrales–, se desgarran y dejan que salga el fluido que tienen dentro, comprimiendo los nervios de alrededor y causando dolor, se dice que se ha producido una hernia de disco.
El dolor característico de la hernia de disco cervical se puede extender desde el cuello hacia el hombro y el brazo, llegando a producir el entumecimiento del brazo y la mano.
El tratamiento a seguir dependerá de la intensidad de los síntomas, de si son permanentes y “sordos”, o esporádicos y agudos, del tipo de paciente que lo sufre y de si le impide llevar una vida normal o no.
Una resonancia magnética nos dará una imagen clara de la lesión, su localización exacta y su importancia, y ayudará al médico a determinar la idoneidad de emplear la cirugía para implantar una prótesis de disco que solucione el problema.