Luxaciones
Lesiones óseas
Decimos que se ha producido una luxación cuando, los extremos de los huesos que deberían estar encajados en las articulaciones (fémur y pelvis), se salen de su sitio normal.
Es lo que también se conoce como "dislocación" y suele producirse como consecuencia de accidentes en los que la cadera sufre un impacto muy fuerte y seco.
Cuando esto sucede, se produce un dolor repentino y muy agudo, quedando la articulación deformada e inestable, e impidiendo realizar movimientos de rotación.
Se distinguen dos tipos de luxaciones –anterior y posterior–, dependiendo de dónde quede la superficie articular del fémur respecto de la tibia.
El diagnóstico lo debe realizar un traumatólogo y su tratamiento será la analgesia, la reducción de la lesión –sólo la debe realizar el especialista, ya que es muy fácil dañar la articulación–, el reposo y la descarga. En muchos casos será necesaria la cirugía.