Luxaciones
Lesiones óseas
Decimos que se ha producido una luxación cuando, los extremos de los huesos que deberían estar encajados en las articulaciones, se salen de su sitio normal. Es lo que también se conoce como "dislocación".
Cuando esto sucede, se produce un dolor repentino y muy agudo, quedando la articulación deformada e inestable.
En la rodilla se pueden producir dos tipos de luxaciones:
• Luxación de rótula: la rótula se desplaza lateralmente, sin llegar a romperse. Aunque se recoloque es su sitio, este tipo de lesión suele repetirse periódicamente y es necesaria la cirugía.
• Luxación tibio-femoral: en general se produce después de un traumatismo fuerte y suele ir acompañada de lesiones en los músculos, tendones, cápsula, arterias y venas.
El diagnóstico lo debe realizar un traumatólogo y su tratamiento será la analgesia, la reducción de la lesión –sólo la debe realizar el especialista, ya que es muy fácil dañar la articulación–, el reposo e incluso la inmovilización. En la mayoría de los casos será necesaria la cirugía.