Fracturas
Lesiones óseas
Desde el punto de vista óseo, la rodilla está formada por la unión del fémur (hueso del muslo), la tibia (que junto con el peroné son los huesos de las pantorrillas) y un pequeño hueso que sirve de unión entre ambos y que conocemos como rótula.
La articulación de la rodilla es la más grande del cuerpo humano y cuando estamos de pie, soporta la mayor parte de nuestro peso.
Es frecuente que las fracturas sean bastante complejas y pueden afectar a uno, a dos o los tres huesos –fémur, rótula y tibia– de manera conjunta, así como a los meniscos y ligamentos que los acompañan.
Suelen producirse a consecuencia de impactos muy fuertes y, con mucha frecuencia, es necesaria la cirugía para su resolución.